La desobsesión es
conseguida, con los mejores resultados, en las corrientes fluídicas organizadas
por el Astral Superior en las reuniones públicas de limpieza síquica y de
esclarecimiento espiritual realizadas en las casas racionalistas cristianas.
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Racionalismo Cristiano |
Los obsesionados
quedan en las sillas adecuadas, sentados uno de cada lado de la mesa en los
trabajos espiritualistas, asistidos por dos auxiliares, encargados de aplicar
la disciplina recomendada en esos casos, entre ellas la del sacudimiento, cuya
finalidad es el arrebatamiento del espíritu obsesor por el Astral Superior.
Concentrados y
confiadamente, los demás auxiliares sentados a la mesa irradian a las Fuerzas
Superiores, para mejor fortalecer la corriente fluídica y facilitar la acción
de desobsesión. Mientras
tanto, la reunión pública prosigue con serenidad y seguridad. Después que el obsesor es arrebatado, el obsesionado
se calma, sintiendo profundo abatimiento en virtud de la pérdida de energía que
le fue absorbida por el obsesor.
El
obsesionado, sin embargo, aún no está recuperado. La desorganización síquica
provocada por el obsesor fue grande, y el equilibrio, tanto mental cuanto
físico, precisa ser restaurado. En ese estado de
debilidad, si no pudiere contar en su casa con personas que lo asistan,
aplicándole la disciplina y la orientación recomendada por el Racionalismo
Cristiano, estará sujeto a atraer otro obsesor dificultando o imposibilitando
su normalización.
Los pensamientos
afines son siempre el imán de atracción entre obsesores y obsesionados. Los
obsesores escogen sus víctimas de acuerdo con la afinidad que por ellas sienten
o con los sentimientos que los animan en relación a ellas.
Es oportuno
recordar que los espíritus del astral inferior conservan las mismas costumbres
y vicios que tenían cuando encarnados. Así, los que en vida física fueron
dependientes de hábitos viciosos como por ejemplo, del alcohol, cigarro,
drogas, juego, todos empeñados en mantener sus deseos desmedidos y para
alimentar esas exigencias de su yo materializado, envuelven a las personas con
las cuales tienen afinidad, que las puedan satisfacer, aunque ilusoriamente. Las vibraciones armónicas del obsesor y del
obsesionado se ajustan se encajan de tal manera uno en el otro que se torna
difícil la separación.
Tales particularidades
no pueden ser olvidadas en la recuperación del obsesionado. En ese período, en
los locales en que haya una casa racionalista cristiana, es de fundamental
importancia que, acompañado de un responsable, frecuente regularmente las
reuniones públicas. Oyendo las doctrinaciones del Astral Superior y las
explanaciones del presidente de la reunión, no obstante en su estado aún de perturbación,
alguna cosa de lo que escucha quedará grabada en su mente, produciendo efectos
benéficos. El responsable también adquiere, por ese medio,
conocimientos que lo habilitan a continuar el proceso de desobsesión en el
hogar.
La desobsesión de
un ser rencoroso y vengativo es siempre problemática porque torna el obcecado
un asociado de los espíritus del astral inferior. En tales casos, si
el libre albedrío del obsesionado continúa a ser empleado para el mal, la
desobsesión difícilmente será conseguida. El éxito de la fase de recuperación
es más lento para ser alcanzado, por depender de la reeducación del pensamiento,
de la voluntad y de de la reacción contra nuevas obsesiones. Los vicios quedan
tan arraigados en la persona que ella sólo los deja con mucho esfuerzo. Bajo influencia de la recuperadora disciplina
racionalista cristiana, comienza a raciocinar y a dominar los propios vicios y
aquellos que fueran desarrollados por los obsesores, y, cuando se le torna
fácil ese dominio, no se dejará obsesionar más.
La normalización de
los niños es conseguida a través de la desobsesión y del esclarecimiento
espiritual de los padres y de las demás personas con quien ellos conviven,
frecuentando todos, asiduamente, a las casas racionalistas acristianas en las
localidades donde hubiere, o haciendo la limpieza síquica en el hogar
diariamente, conforme la disciplina recomendada por el Racionalismo Cristiano.
Los niños también
se normalizan con el cambio de ambiente, cuando son retiradas del medio donde
actúan los espíritus del astral inferior –atraídos por los vicios y malos
pensamientos de los adultos- para otro local en que el vivir ameno sea pautado
por los principios que este libro explana.
Desobsesión
Por Luiz de Mattos
Traducido al
español por Adelina González